Evangelizamos

Porque desde nuestros orígenes como Congregación, la evangelización ha sido un pilar fundamental de nuestra misión. Inspiradas por el espíritu de San Francisco de Asís y el fervor misionero de Madre Teresa Rodón, que nos decía: “Quisiera que el tiempo fuera más largo para poder ir a todos los sitios”, sentimos la llamada a llevar el mensaje del Evangelio a todos los rincones, especialmente a aquellos que más lo necesitan. Evangelizamos porque creemos en el poder transformador del amor de Dios y deseamos compartir esa Buena Nueva que da sentido a la vida. Evangelizamos porque es la forma de testimoniar nuestra fe y de construir un mundo más justo, fraterno y en paz.

Comparten nuestro carisma y nuestra misión: sacerdotes, catequistas, agentes de pastoral, voluntarios, comunidades parroquiales, otras congregaciones religiosas, … Trabajamos codo a codo con ellos, aportando cada uno sus dones y talentos, para hacer presente el Reino de Dios en el mundo. Es lo que llamamos Misión Compartida, una forma de vivir el Evangelio en comunidad, construyendo puentes y derribando fronteras.
Gracias a la fuerza del Espí ritu Santo que nos guía e ilumina, y a la herencia espiritual de San Francisco y Madre Teresa Rodón, podemos llevar a cabo nuestra tarea evangelizadora. Gracias a la oración, la vida fraterna y el servicio a los demás, fortalecemos nuestro compromiso misionero. Gracias a la providencia divina, contamos con los recursos necesarios para desarrollar nuestros proyectos evangelizadores. Gracias a la generosidad de tantas personas que nos apoyan con su oración y su colaboración, podemos llegar a más personas y llevarles el mensaje de esperanza y amor del Evangelio. Gracias a la formación continua que recibimos, podemos adaptarnos a los nuevos tiempos y a las diferentes realidades, utilizando nuevos lenguajes y herramientas para comunicar la Buena Nueva.